Capítulo 7 El retorno
Sueños y más sueños, cada vez más reales y...profundos, me abrazan todas las noches, en ellos un radiante blanco parece dominar la estancia en la que me encuentro, siempre aparece una Virgen en aquel lugar, llueven lágrimas y después esa mujer, que sin duda, es la anciana de mi pasado más triste es engullida en un mar de fuego, finalmente su rostro cambia y una dentadura desgastada dibuja la tristeza que me envolverá y hará despertarme.
Alma ya no habla, siempre se queda pensativa en un rincón de nuestro hogar mirando al vacío, como si de esa forma alguien pudiera contestar la pregunta que tenía en mente desde que nació " ¿Porqué?" La contestación a su duda es muy compleja, pero solo con escucharla renacería para volverse más fuerte y luchar una vez más, yo la única pregunta que tengo en mente es ¿Cuándo? Fíjate que curioso que la contestación es sencilla, pero yo no podré renacer como ELLA puesto que la solución a mi peculiar problema es una fecha en la que el dolor me mirará fijamente, y me dominará para llevarme lejos , posiblemente al mismo sitio de donde vengo. No tengo miedo, solo quiero acabar ya, porque me da igual estar muerto en este lugar idílico que entre llamas y árboles desnudos y ensangrentados, me da igual finalizar mi historia y no ser recordado, incluso me da igual abandonar la venganza que tengo contra ÉL puesto que ese día aunque pierda lo veré...y respiraré.
Menuda ironía mi vida, un día quise arreglarlo todo, un día me sentí la persona más importante del mundo, un día me sentí feliz al observar a Alma y comprender que sería mi compañera, que emprenderíamos el mismo viaje y que nunca nos separaríamos, ese día ya no me sentí solo, la valentía y falta de miedo que desprendía nada se asemejaba a la realidad, tenía miedo porque en esas tierras no sabía nada, ella hizo crecer amapolas en mi interior y me envolvió con una fragancia tan maravillosa que incluso podía ponerle color...el blanco.
En un lugar equivocado... me río, parece como si ÉL lo hubiera planeado todo incluso antes de que yo naciera para que fuera el antagonista de su aventura, señores! creed en ÉL yo estoy aquí para provocar sufrimiento... y que más! ¿Qué pasa? ¿Por qué no sales ya? ¡Déjame verte! Caballero destinado a acabar con el dragón, ven y alcánzame con la espada, mátame y entrégame como botín en tu reino de luz, en un reino en el que nunca se pone el Sol, en el que no hay tinieblas como en el mío, en el que las cenizas conviven como si de una familia se tratara, en el que el único entretenimiento son... son mis recuerdos.
Había una vez... una calle muy estrecha, clasificar de ejemplar ese lugar sería una equivocación por mi parte, puesto que la limpieza se había mudado a otro lugar, la gente pasaba rápidamente como si fueran presa de alguien, los que vivían por allí...si quedaba alguno , no se habían preocupado de acicalar su zona por si aparecían invitados. En un rincón un taburete desgastado aparecía entre la oscuridad, debajo se apreciaba un letrero con una única palabra "Gratis", sentado en aquel lugar me encontraba regalando estampas de la Virgen, a mi lado se encontraba Alma intentando comprender aquella situación. Nadie me miraba, en ese lugar no existía, cuando estaba a punto de rendirme pude ver como en la lejanía aparecía entre las sombras una figura que vestía de blanco, su andar era de anciana, se paró delante de mí y dejó una nota, se marchó y ... lloré. Abrí su regalo y leí "Despierta".
Blanco, todo era de ese color, a mi alrededor habían muchas personas, las lágrimas caían...estaba en mi mundo, tumbado en una cama de un hospital, ya no iba a volver a ver a Alma, a la anciana ¡A ÉL!
Alma ya no habla, siempre se queda pensativa en un rincón de nuestro hogar mirando al vacío, como si de esa forma alguien pudiera contestar la pregunta que tenía en mente desde que nació " ¿Porqué?" La contestación a su duda es muy compleja, pero solo con escucharla renacería para volverse más fuerte y luchar una vez más, yo la única pregunta que tengo en mente es ¿Cuándo? Fíjate que curioso que la contestación es sencilla, pero yo no podré renacer como ELLA puesto que la solución a mi peculiar problema es una fecha en la que el dolor me mirará fijamente, y me dominará para llevarme lejos , posiblemente al mismo sitio de donde vengo. No tengo miedo, solo quiero acabar ya, porque me da igual estar muerto en este lugar idílico que entre llamas y árboles desnudos y ensangrentados, me da igual finalizar mi historia y no ser recordado, incluso me da igual abandonar la venganza que tengo contra ÉL puesto que ese día aunque pierda lo veré...y respiraré.
Menuda ironía mi vida, un día quise arreglarlo todo, un día me sentí la persona más importante del mundo, un día me sentí feliz al observar a Alma y comprender que sería mi compañera, que emprenderíamos el mismo viaje y que nunca nos separaríamos, ese día ya no me sentí solo, la valentía y falta de miedo que desprendía nada se asemejaba a la realidad, tenía miedo porque en esas tierras no sabía nada, ella hizo crecer amapolas en mi interior y me envolvió con una fragancia tan maravillosa que incluso podía ponerle color...el blanco.
En un lugar equivocado... me río, parece como si ÉL lo hubiera planeado todo incluso antes de que yo naciera para que fuera el antagonista de su aventura, señores! creed en ÉL yo estoy aquí para provocar sufrimiento... y que más! ¿Qué pasa? ¿Por qué no sales ya? ¡Déjame verte! Caballero destinado a acabar con el dragón, ven y alcánzame con la espada, mátame y entrégame como botín en tu reino de luz, en un reino en el que nunca se pone el Sol, en el que no hay tinieblas como en el mío, en el que las cenizas conviven como si de una familia se tratara, en el que el único entretenimiento son... son mis recuerdos.
Había una vez... una calle muy estrecha, clasificar de ejemplar ese lugar sería una equivocación por mi parte, puesto que la limpieza se había mudado a otro lugar, la gente pasaba rápidamente como si fueran presa de alguien, los que vivían por allí...si quedaba alguno , no se habían preocupado de acicalar su zona por si aparecían invitados. En un rincón un taburete desgastado aparecía entre la oscuridad, debajo se apreciaba un letrero con una única palabra "Gratis", sentado en aquel lugar me encontraba regalando estampas de la Virgen, a mi lado se encontraba Alma intentando comprender aquella situación. Nadie me miraba, en ese lugar no existía, cuando estaba a punto de rendirme pude ver como en la lejanía aparecía entre las sombras una figura que vestía de blanco, su andar era de anciana, se paró delante de mí y dejó una nota, se marchó y ... lloré. Abrí su regalo y leí "Despierta".
Blanco, todo era de ese color, a mi alrededor habían muchas personas, las lágrimas caían...estaba en mi mundo, tumbado en una cama de un hospital, ya no iba a volver a ver a Alma, a la anciana ¡A ÉL!
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